1) La piedra “enferma”, que se caracteriza por el desprendimiento de la capa exterior y/o la desintegración polvorienta que provoca suciedad, aspecto austero, penetración de la humedad e incluso debilitamiento de la propia piedra, recibe una estabilización penetrante, estratificada, sólida y robusta.

2) La superficie se convierte en una “válvula unidireccional”, de afuera hacia adentro habrá resistencia al agua que ayuda contra la penetración de la humedad y la absorbencia, lo que causa moho y distensión. Desde el interior hacia el exterior se produce una permeación del aire y la humedad existentes en el interior de la superficie/estructura. De esta manera se libera el aire cautivo y se previene la humedad y el moho en las paredes y techos interiores, así como la distensión y/o descamación sobre los paneles. Una consecuencia adicional de sus capacidades: el revestimiento contribuye a proteger el hierro que se encuentra en el hormigón contra la corrosión y la erosión.

* En casos excepcionales, debe mencionarse que incluso después del recubrimiento y con la condición de que se hayan seguido todas las instrucciones de aplicación, es posible que continúe una continuación natural, ligera y aceptable de la inestabilidad mencionada anteriormente y que se supone que cesará después de unos días. o semanas según el tipo de superficie.